Mantener tu toldo en un estado óptimo de conservación no es solo una cuestión de estética sino que también es fundamental para incrementar la vida útil de tu sistema de protección.
Podrás lograr ambos objetivos de una manera muy sencilla si sigues estas recomendaciones:
- Usa siempre jabón con PH neutro para la lona dado que este tipo de productos no son agresivos con los tejidos y la serigrafía, de modo que no se deterioran las telas ni sus colores.
- Emplea agua abundante ya que, junto al jabón PH neutro, será tu principal aliado tanto al comienzo del proceso de limpieza, para hacer aflorar la suciedad más superficial, como al final para aclararlo.
- Ten siempre a mano un cepillo de cerdas blandas que te permita frotar con suavidad la lona, de manera que puedas asegurarte de combatir las manchas que no desaparezcan simplemente con el agua.
- Recurre a un palo de escoba o similar para unirlo al cepillo y alcanzar con esta ayuda aquellas partes a las que no puedes llegar de forma manual.
- Si las manchas persisten después de aplicar jabón con PH neutro y agua, tendrás que usar algún producto más abrasivo, pero procura siempre que sea un detergente suave y aplica a continuación una capa de impermeabilizante.
- Intenta establecer una periodicidad fija de limpieza para evitar que se acumulen las partículas de polvo y otras sustancias que pueden deteriorar tu sistema de protección.
- Siempre que sea posible, evita recoger el toldo mojado. Pero en caso de que se haya mojado por la lluvia, asegúrate de que se seque tan pronto como puedas para que no aparezcan las temidas manchas de humedad.
- No descuides el lado interior del toldo. Aunque sea una superficie menos expuesta, también puede acumular telarañas, óxido o partículas de polvo, por lo que debes prestarle también atención.
- Ni te olvides tampoco de la estructura, ya que si dejas pasar mucho tiempo sin limpiarla podría acabar oxidándose y, en ese caso, necesitarías lijar la superficie para recuperarla y, posteriormente, aplicar un barniz antioxidante.
- Sigue siempre las recomendaciones del fabricante, dado que cada sistema es único y cumplir con sus consejos de mantenimiento y limpieza es la mejor solución.