Mañana le diremos adiós al mes de agosto y, con ello, muchos se despedirán también de las vacaciones. Y si hay un espacio que a todos nos gusta exprimir al máximo en verano es la piscina exterior, por lo que desde Toldos Meilán te proponemos diferentes sistemas de protección que te garanticen que la próxima vez que vayas a usarla esté en perfecto estado.
Para ello, una de las soluciones con las que contamos son los cobertores de invierno, que presentan ventajas a nivel de limpieza, conservación y seguridad, lo que, además, tiene una clara repercusión en ahorro ecológico y económico.
A nadie se le escapa que las hojas, las ramas, los desechos, los insectos, cualquier tipo de objeto transportado en el viento… puede caer en la piscina si esta no está cubierta, con los riesgos que implica que pase varias semanas o meses en esa situación. Por su parte, las tareas de conservación y mantenimiento se reducen ya que no es necesario un desplazamiento periódico al lugar para pasar el limpiador por el vaso al evitar que este esté permanente expuesto a la contaminación.
Todo ello deriva en que la inversión que requiere un sistema de protección de este tipo se rentabiliza desde el primer momento con el ahorro económico que promueve en conservación y a la hora de volver a ponerla a punto. Además, también es una buena opción desde el punto de vista ecológico, ya que la instalación de un cobertor permite ralentizar o evitar la evaporación del agua, al tiempo que conserva mejor la temperatura del agua, lo que reduce el consumo energético.
De este modo, la instalación de una cubierta es uno de los elementos que suelen recomendar muchos de los fabricantes de piscinas junto a otros factores para lo que se denomina el sistema de invernaje, como una limpieza a fondo previa del vaso (los robots electrónicos de última generación pueden ser una buena fórmula para ello) o un buen tratamiento del agua, con un invernador concentrado que impida la formación de algas, hongos y bacterias.
En Toldos Meilán no podemos ayudarte a que vuelva a ser 1 de julio, pero sí a tener todo a punto para el próximo chapuzón.